Comida en la Villa Olímpica: Gusanos, escasez y baja calidad

Ciudad de México.- Cuando se habla de Juegos Olímpicos, uno pensaría que los atletas que los conforman generalmente son tratados como estrellas, apapachados en todos los niveles y alimentados como reyes.
Sin embargo, según el nadador británico Adam Peaty, quien ya ganó en París 2024 una medalla de plata en los 100 metros braza masculinos, la comida en la Villa Olímpica ha sido todo un problema para todos los deportistas, ¡pues incluso han encontrado gusanos en algunos platillos!
“El catering (en París) no es lo suficientemente bueno para el nivel que se espera que tengan los atletas. Necesitamos dar lo mejor que podamos. En Tokio, la comida fue increíble. En Río fue increíble”, explicó Peaty en una entrevista con el medio iNews.
“Pero esta ocasión no había suficientes opciones de proteínas, tenías que hacer largas filas, había que esperar 30 minutos para comer… La narrativa de la sostenibilidad se ha impuesto a los atletas. Y yo quiero carne, necesito carne para rendir y eso es lo que como en casa, ¿por qué debería cambiar? Me gusta el pescado, ¡pero la gente está encontrando gusanos en los pescados que sirven!”.
El enorme restaurante de la Villa Olímpica arrancó sus actividades el pasado 18 de julio. Cuenta con una capacidad de tres mil 300 asientos y la capacidad de ofrecer 40 mil comidas diarias a los más de 10 mil atletas que compiten en los Juegos Olímpicos de este año.
En un esfuerzo por la sostenibilidad, como comenta Peaty, la organización de los JO de París se ha esforzado en reducir a la mitad la huella de carbono de las comidas producidas, por lo que la carne, leche y huevos son todos producidos en Francia, y un tercio de la comida es de origen vegetal, 20 por ciento de esta certificada como orgánica, de acuerdo con la BBC.
“La realidad es que, simplemente, la comida no es lo suficientemente buena. Estamos viendo a los mejores atletas del mundo, y no los estamos alimentando de la mejor manera”, puntualizó Peaty.
Problemas desde el primer día
Con más de 550 recetas creadas en colaboración con destacados chefs, como Amandine Chaignot y Alexandre Mazzia, el objetivo de la Villa Olímpica siempre fue proporcionar una dieta saludable y nutritiva para los atletas, de acuerdo con la revista Times.
Aún así, Peaty no es el único atleta que se ha quejado públicamente de los alimentos servidos en la Villa Olímpica, con nombres reconocidos como Simone Biles, Hezly Rivera y el mexicano Miguel Alejandro de Lara alzando la voz por la calidad de la comida disponible en París 2024.
“La cuestión es la siguiente: no creo que estemos teniendo una cocina francesa adecuada y de calidad en la Villa como la que ustedes pueden estar comiendo porque están fuera de aquí”, reconoció Simone Biles en una conferencia de prensa posterior a que el equipo de gimnasia femenina de EU ganara medalla de oro.
“Honestamente, no creo que sea muy buena, al menos lo que estamos teniendo en el comedor”, añadió su compañera de equipo, la gimnasta Hezly Rivera.
La nadadora de Singapur, Quah Jing Wen, dijo que el sabor de muchos platillos en la Villa la sorprendían pues no tenían suficiente sal, como un salmón Wellington que probó y no le gustó. Por su parte, la atleta estadounidense Raven Saunders, el nadador alemán Lucas Matzerath, y el nadador hondureño Julio Horrego, entre otros, también han hablado sobre la escasez y calidad de los alimentos.
Un caso similar fue el del nadador mexicano Miguel Alejandro de Lara, quien no logró avanzar a las Semifinales de los 200 metros pecho por varios problemas, entre ellos que se encontraba enfermo durante la competencia y la baja calidad de la comida en la Villa Olímpica.
“En la Villa llegas a comer y tienes que esperar media hora por un pedazo de pechuga de pollo porque no hay comida, pero son las circunstancias que vivimos todos los deportistas, todos estamos bajo las mismas circunstancias, no hay excusas, no hay ‘hubieras’ y no hay de otra más que chambear”, señaló luego de su eliminación en París 2024.
Se las arreglan solitos
La organización de los JO de París 2024 se ha esforzado por escuchar las quejas de los atletas y cumplir las expectativas de todos. Y es que, al final, la Villa está programada para servir aproximadamente 13 millones de comidas durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de este año.
“Escuchamos a los atletas y nos tomamos muy en serio sus comentarios. Desde la apertura de la Villa, nuestro socio Sodexo Live! ha estado trabajando de forma proactiva para adaptar los suministros al creciente uso de los restaurantes de la Villa Olímpica”, dijo un portavoz de la organización al portal de noticia iNews.
“Además, observamos el consumo real de los atletas durante los primeros días. Como resultado, las cantidades de ciertos productos se han incrementado significativamente y se ha desplegado personal adicional para garantizar que el servicio funcione sin problemas”.
Sin embargo, muchos equipos han optado por tener sus propios chefs para ayudar a sus atletas. Tal es el caso de Gran Bretaña, que desplegó a varios cocineros en un pabellón exclusivo fuera de la Villa para que estuvieran a disposición de sus competidores, quienes también han optado por comidas para llevar.
“No hay suficiente cantidad de ciertos alimentos: huevos, pollo, ciertos carbohidratos, y luego está la calidad de la comida, ya que se sirve carne cruda a los atletas”, compartió Andy Anson, director ejecutivo de la Asociación Olímpica Británica, al diario The Times. “Tienen que mejorarla drásticamente en los próximos días”.
Una medida similar la implementó el equipo olímpico de Corea, que voló a 15 chefs, nutricionistas e ingredientes ante los reportes de escasez de alimentos en París 2024, según informó CJ Newsroom. De acuerdo con Tasting Table, el equipo consiguió carne, leche, verduras y fruta en Francia, y transportó por avión una tonelada y media de arroz y cereales, así como media tonelada de kimchi y condimentos desde Corea.
Hasta ahora, el único punto positivo de los alimentos en la Villa Olímpica parecen ser los muffins con chispas de chocolate, viralizados por el nadador noruego Henrik Christiansen, quien se adueñó de TikTok con videos en donde exponía su obsesión por este pedazo de panadería.
Agencia Reforma